Una masa en el espacio-tiempo

Ergio

[Las 40 Amonestaciones]

EL NADIR EN LOS ÚLTIMOS DÍAS

Hemos traspasado el umbral mesovital de la humanidad, y en estos últimos tiempos se impone la impunidad del más fuerte y la imposición de trampas a los más débiles; así se traman las redes jurídicas y económicas que pueden sortear los más poderosos, mientras atan a los modestos. De este modo puede la nación más poderosa de la tierra, y sus aliados, actuar por encima de la ley nacional, internacional o de mercado, mientras que la mayoría de los ciudadanos van desde una vivienda sobrevalorada a un trabajo mal pagado con riesgo a perder la vida; todo ello en un ambiente de alienación consumista con fantasías hedonistas.

La batalla parece perdida, el engaño se introduce en nuestras vidas, en nuestros hogares, en el corazón de las gentes. Queda reducida a la mínima expresión la espiritualidad del individuo; el alma trascendente del ciudadano solo resta cargada de instintos físicos propios del alma animal, del ello; que se mueva el adanida por los principios de dolor y placer; el hedonismo en toda su expresión hace del humano un pelele manipulable por el amirate de los caminos al báratro, emir de las tinieblas, cuya arma más eficaz es el consumismo, reduciendo el comportamiento humano a un reflejo condicionado. Asimismo debe minar los principios que emanan del alma humana en su origen creado, de la impronta natural, de su consciente e inconsciente, de su yo y superyó, del ego, incrustando psicopatías no reconocidas como tales en la personalidad del mortal, graves alteraciones de la conducta que le llevarán a la ruina personal en esta vida y en la postrera. Empujando a los adanidas a elegir libremente el vivir evadido de la realidad, en su mundo particular, ya sea con ideales irreales o con drogas/alcohol, o hacia la evasión sin retorno de la esquizofrenia y la psicosis.

El ser humano reducido a reflejos condicionados. De éstos los que más utilidad han mostrado a lo largo de los tiempos son los generados por las fantasías eróticas y románticas, demasiada belleza artificial para ser cierta y que el embelecador utiliza con éxito para él y hundimiento para el mortal. Son atractivos los caminos a la gehena.

Desde la infancia se reciben estímulos de índole erótica que se van asentando en el inconsciente del ego, a través de publicidad, cine, televisión y las gentes en la misma calle. Posteriormente el fabricante que quiera vender un producto sabe que solo tiene que atender a los instintos del individuo para captar su atención y deseo.

El gran absurdo del humano ante esta fantasía es que de forma fetiche, une la idea de orgasmo con el concepto de belleza, de manera que deseará tener un orgasmo con todo bello ser; cosa imposible por demás. Siendo la sexualidad una función natural humana enmarcada para la salud psíquica y sociológica en el matrimonio y en la intimidad, se genera el reflejo condicionado fetiche de excitación sexual ante belleza. Toda persona promiscua se muestra emocionalmente inestable, perdida en la confusión de llamar amor a la pasión y creer enamorarse cuando siente el deseo sexual.

También el deseo promiscuo ya aparece a una edad prepúber en la que empieza a formarse la personalidad de los hijos, comienzan a aprender solos por sí mismos o en la calle las intimidades de su cuerpo, los cambios que experimentan en la pubertad y su definición sexual. Pueden llegar a conclusiones inconscientes equivocadas, y una vez que se asiente el error en su personalidad, quedará enquistado y no podrá evitar ser trisexual promiscuo el vástago que así se ha conformado en su intimidad sin control paternal o de educadores. Muchas veces aunque en el colegio o en casa haya escuchado la palabra de Alá, lo asimilará a tantos otros datos escolares que solo sirven para estudiar y sacar nota, pero no para la vida, existiendo una disfunción entre la teoría que se le enseña y su vida personal que es otra cosa aparte. Ni en casa ni en los colegios se educa a los niños.

De todas formas podríamos encontrarnos con alguien caído en el síndrome de su identificación sexuada, y que tras haber cambiado de sexo quirúrgicamente, y por tanto, haber llegado a su meta principal, se diera cuenta que además está su vida espiritual y que dirija su rostro a Jehová. En ese punto, ningún hombre o mujer de religión debe rechazar a este ser humano que busca a Alá. Hemos de ayudarle a comprender la palabra de Dios.

El romanticismo se ha convertido en un mal, que convenientemente utilizado, es capaz de mover masas de población a nivel general como con los ideales de grandes palabras, idealizadas y del mismo modo irreales en el concepto abstracto que pretenden. El adanida aceptó el don del libre albedrío y belcebú embelecador le hace creer que es capaz de la más absoluta libertad, sin embargo la libertad absoluta es del Creador, no del humano; y en su nombre se hacen guerras, por los nacionalismos se mata y asesina, cuando la única nación legítima es la nación de Adán, la humanidad en la que todos somos hermanos, y siendo perecedero cualquier territorio por el que se mate, fútil tal lucha. A nivel de proyecto individual de vida el romance es la gran falacia que arruina la vida cotidiana, ya que la vida es lucha diaria y esfuerzo, no una nube romántica. Corremos el gran riesgo de que nuestros hijos creyendo tales falacias se estrellen contra la propia vida; se ha de separar la fantasía del cirate a discurrir en este mundo. Incluso al no distinguir el embuste, que colaboren activamente en la extensión de los actos de maldad.

Como elemento mixto para confundir los caminos de los descendientes de Adán, con la confusión de los deseos y las grandes palabras, hacer llamar amor a la simple pasión o al deseo sexual mismo, el engaño romántico ponderará el enamoramiento, el deseo amoroso basado en conceptos no saludables, que fomentarán el emparejamiento marital o el concubinato por motivos ajenos a la piedad deseable en la pareja.

Observamos cómo las harcas satánicas van teniendo cada vez más adeptos, y esto es fácil, dado que los jóvenes no conocen la palabra de Dios, y cualquier manipulador puede presentarles la interpretación que le conviene para provocar la perdición, hacerles ingresar en sectas satánicas del embelecador que se muestran como comunidades de creyentes, pero que son sectas nocivas y destructivas, que cometen asesinatos por la obra de satán aunque ellos digan que es en nombre del Creador, Quien ha hecho descender en los biblos sagrados lo prohibido e ilícito de la agresión y el crimen. Lobos con piel de cordero. Comparando con lo que en la antigüedad hacían los satanistas, y lo que hoy hacen estas sectas, vemos una gran semejanza: provocan suicidios de creyentes causando la perdición de sus almas, ejecutan sacrificios de niños inocentes, asesinan mujeres piadosas y degüellan hombres justos. El descarrío es cada vez más generalizado, y el crédito de sus espejismos es cada vez mayor.

Un erudito no es un sabio, no debe engañaros. Una persona con amplios estudios, con gran acervo cultural se hace pasar por intelectual, incluso alguno más atrevido y estafador se hace pasar por filósofo, cuando lo único que hacen es repetir citas de pensadores y escritores del pasado. Atención cuando habla el que se cree que sabe y yerra a los demás. Si se presentasen como estudiosos de algún tema, sería más ajustado a la realidad, pero la presunción y engaño al ciudadano que dada su vida laboral no tiene tiempo para leer tanto y adquirir más datos culturales, les hace mal conducir la opinión pública, aumentando el extravío de los humanos. Y más lejos aún, esa élite intelectualoide tiene su ramificación natural en el cuerpo docente, de manera que los profesores con sus libros de texto enseñan a nuestros niños y jóvenes como ciertas, simples hipótesis de trabajo y teorías de investigadores soberbios pagados de sí mismos, que desarrollan sus ideas como la única verdad existente; pero el tiempo hace caer esas teorías con nuevos descubrimientos científicos ciertos, sumiendo a la juventud en el desconcierto. Efectivamente solo Jehová posee la verdad global, y la verdadera ciencia empírica solo podrá corroborar la palabra de Dios.

Numerosas veces oímos a personas que se presentan como creyentes no practicantes; pero en realidad han convertido la religión en otro producto de consumo, siendo tan solo una adscripción cultural o una ética aprendida, porque desde luego, si creyeran en el Creador y la otra vida serían practicantes... el que no practica no ha reflexionado, usa ese subterfugio para engañarse a sí mismo. Y lo peor es que el discurso de estos pecadores despreocupados es llamar a los demás al pecado.

Pero no es suficiente establecer unas bases de producción y consumo para organizar el mundo, sino distraer al humano hijo de Adán de su potencial espiritual; se llenará de datos inútiles en su infancia y adolescencia para estar ocupado posteriormente las 24 horas del día, un tercio durmiendo, otro tercio trabajando, y el tercio restante se reparte entre transportes, compras, cocinar, comer y ocupar la mente en los espejismos consumistas. Después de esto, ya no queda tiempo para la vida interior, la vida espiritual, el amor a Dios, nuestra relación con Jehová, hacer las cosas como Alá manda por nuestro propio bien; tampoco hay tiempo para sentir amor al próximo y dar cariño a los hijos y calor al cónyuge y progenitores. Y si eso no fuese suficiente para arruinar a los adanidas, cuando alcancen la jubilación y se vean estafados por el sistema que los ha utilizado para luego dejarles pasar una vejez como pobres de pocos recursos, dado que los humanos no han comprendido la palabra de Dios, no serán capaces en la desesperación de su vejez de volver su rostro a Jehová, de preparar su alma para su encuentro con Alá. Y por si sintieran algún vacío espiritual que quisieran llenar, entre los espejismos hay metas coendiosadas en las que fijarse y perderse.

Y si calculamos el rendimiento de los ingresos mensuales familiares, observamos que el alquiler de una vivienda llega a la mitad de un sueldo alto, no pudiendo costearlo alguien con el sueldo mínimo interprofesional; y si la unidad familiar tiene un piso en compra, que llega también su costo a la mitad de un sueldo alto, con la ilusión de que será suyo en el futuro… en el fondo no es así, ya que al morir no nos llevamos nada al otro mundo; sino que lo adquirimos para el vínculo consanguíneo en derecho hereditable, siendo los primeros en su usufructo. Éste es uno de los más grandes espejismos consumistas, ya que una gran parte del capital familiar va a parar a los bolsillos de los especuladores inmobiliarios, que han inflado el margen de beneficios entre la construcción y la venta del producto. Así comprendemos a los chabolistas... solo hay tres necesidades básicas de supervivencia: comida, ropa y techo. Por tanto, no se puede gastar la casi totalidad de los ingresos de una unidad modesta solamente en el techo cuando hay que alimentar y vestir a niños. Actualmente con 5 euros se puede dar de comer a un necesitado para todo un día. Tan escasa cantidad con la que se puede ayudar a los demás, nos demuestra cuán inflados están los costos y beneficios en el mercado. De la misma manera jóvenes inmigrantes lo ven claro, viviendo dos o tres años en chabola con agua y luz gratis y un modesto trabajo pueden ahorrar para tener un buen coche y si tienen mayores ingresos o con más tiempo de ahorro podrán comprarse sin ayuda bancaria una casa de las que no podríamos comprarnos unos ciudadanos medios. No es algarivo pues, encontrar en la cola del banco a un harapiento aparente y con millones en el banco, cosa que es impensable para un humano entrampado en el sistema. Podríamos decir que más rico es quien no necesita nada, por lo que todo ingreso sería ahorro; pero también son ricos, al menos para los que no llegamos a fin de mes.

De este modo gastamos la inmensa mayoría de nuestro tiempo diario y felús mensual en nuestra integración en el gran espejismo consumista, llegando a la vejez con pobreza espiritual. Apenas hay tiempo para nosotros mismos, y en el día postrero estaremos solos ante Alá en el juicio final, sin abogados, sin intercesión de familiares ni amigos... ¡y en qué ocupasteis vuestro tiempo!

Muchos ya han hecho su elección, han elegido los placeres de este mundo y no los del otro; pero este mundo es perecedero, y el otro eviterno... ¡qué mala elección! Así, el que con excesos descuida el cuerpo tendrá un cuerpo quemado a la vejez, y del mismo modo el que descuida el alma cargará con sus consecuencias en la vida postrera y eviterna.

Podemos observar cuáles son las prioridades de los adanidas y sus gobiernos en los acuerdos internacionales y declaraciones que firman, siendo así, que el valor principal y más importante es el derecho a la vida... mundana, adunia; pero el derecho a la vida espiritual no está en ninguna declaración de derechos del hombre, ni lo firman los gobiernos, ni lo afirman los humanos. Es decir, para las sociedades actuales, por el laicismo, no importa perder el alma eviterna si se salva el cuerpo perecedero... ¡guAlá!

Siendo la provisión en este mundo para las criaturas más que sobrante, el viciamiento de las estructuras económicas en el consumismo provoca la ruina del planeta. Hay riqueza más que bastante para todos los adanidas existentes y por venir hasta el día postrero, pero el despilfarro en el consumo lujoso de bienes no necesarios, y la acumulación egoísta de riqueza y bienes de lujo, perjudica el alizace de la estructura social natural; la mezquindad, la avaricia y la envidia traen la ruina de la provisión. El sustento siempre es más prolífico que el ser humano, quedando así asegurada la supervivencia, pero la ambición empuja al adanida a ocuparse en las actividades de mayor beneficio económico y menor esfuerzo, despreocupándose de lo necesario para su sustento, viéndose obligados los estados a subvencionar los medios alimenticios necesarios, ya que nadie ve rentabilidad en cultivar patatas, y sí en el tabaco; o incluso un estado rico en cacao, pero sin tomates ni lechugas. El cerdo no es para el consumo diario del humano. Ha sido creado para la necesidad del pobre de solemnidad, un animal que no cuesta engordar y que sirve para paliar el hambre en casos extremos, pero nada más. Si cambias la estructura económica natural, qué podrán comer los pobres... no les dejas nada.

La riqueza debe estar en movimiento, creando beneficios, más empleos y más riqueza. En el caso del que posea los medios, pero no la capacidad comercial suficiente, existe el gran medio del azaque para que esté activada la economía global. El donativo y la ayuda a las fundaciones pías que dan alimento y ropa a los indigentes, es la gran salida para los capitales parados no productivos. Dar a las sinagogas, iglesias y mezquitas que se empeñan en la ayuda al verdadero necesitado, que utilizan con total garantía ese capital donado únicamente para aliviar la indigencia de algunos, es lo mejor que puede hacer el que no tenga habilidad para el comercio y la inversión.

Dios Superlativo no guía al descreído y respeta el pacto del horro albedrío, libertad de elección. El alma ha sido creada de una manera y no cambiará su naturaleza por mucho que cambien los tiempos. La palabra de Alá Supremo es eterna y cuando habla siempre es cierta, más aún si es referida a nuestras almas.

Dios quiere lo mejor para sus criaturas y ha enviado amonestadores a todas las comunidades con Su palabra. El que elige hacer su propio deseo y no seguir la guía de Jehová, labra la ruina de su alma. Puede que llegue a grandes beneficios y placeres en la vida mundana, y no será castigado por ello en este mundo; pero cuando la vida tridimensional finalice, quedará sin nada.

Los adanidas que hacen la ley de los hombres se guardan las espaldas y si hacen la ley también hacen la trampa, de modo que dejan siempre una puerta trasera por la que poder escaparse de la acción de la justicia, y la mejor puerta practicable es el defecto de forma, por el cual un ladrón, violador y asesino será absuelto, es decir, dejará legalmente de ser un criminal, simplemente por un error en la tramitación o en la investigación del proceso, y no podrá volver a ser juzgado por dichos delitos. Así si un familiar del acusado es quien franquea la entrada del domicilio y no el propio criminal residente, el registro que se haga encontrando todas las pruebas incriminatorias será ilegal, todas las pruebas desestimadas, y será absuelto. No se habrá aplicado la ley de Dios, y no se habrá hecho justicia, la ley positiva ha exonerado a un culpable manifiesto. Esto ha hecho desarrollar al máximo la labor de los abogados en el estudio de los entramados legales y dar la vuelta a la ley para el beneficio de sus clientes de mayor poder adquisitivo. Y lejos de aproximar los conceptos de justo y legal, cada vez se separan más, reformándose las leyes a peor como ya los latinos mencionaban reformatio in pejus. A más se aleje la ley de los hombres de la ley de Dios, más injusticias legales habrá, y desde luego, si no existieran éstas, no harían falta los indultos, summum ius summa iniuria; mientras el parlamento se convierte en foro político y no en foro legislativo.

Esto afecta al convivir cotidiano. Así, en un estado laico, al llegar a la parada del autobús, guardaremos un riguroso orden de llegada en la cola, al subir y al elegir asiento. Un anciano o mujer gestante o con lactante solo podrá sentarse si alguien piadoso le cede el asiento, cosa cada vez más algariva. Sin embargo en un estado con educación en principios religiosos, si en la parada hay asientos, los jóvenes y adultos se quedan de pie, y al llegar el autobús se quedan quietos para que se adelanten a subir los ancianos y mujeres gestantes o con lactantes, tras ellos subirán el resto. El estado de derecho formal genera impiedad.

Otra lamentable opción que toma el legislador civil es la de condenar a vivir un tiempo en prisión a los psicópatas, que tras su periodo de reciclaje carcelario habrán aprendido a violar, torturar, asesinar y deshacerse del cadáver de forma eficaz. La psicopatía no tiene cura por la simple elección del individuo en el ejercicio de su horro albedrío, ni siquiera con psicoanálisis. Al ser excarcelado volverá a sus delitos, pero no dejará testigos, de este modo bajan en las estadísticas los reingresos en prisión de los psicópatas, pero aumentan alarmantemente las estadísticas de niñas y jóvenes desaparecidas, así como hay más cadáveres sin identificar en los cementerios a lo largo de todo el país. Como máximo, cualquier persona daría señales de vida antes de cinco años, dado que en algún momento deberá renovar el documento de identidad, permiso de conducción, firmar un alquiler de vivienda o contrato de trabajo. Es decir que transcurrido un tiempo concluiremos que hay muchos desaparecidos muertos, y los psicópatas incurables acechando como depredadores a nuestros hijos.

Pero no solo es este caso extremo de la psicopatía nuestra preocupación, ya que hay muchos sociópatas con el corazón enfermo que se mueven entre nosotros como auténticos depredadores, con absoluta indiferencia afectiva y labilidad, prestos a su propio interés a toda costa y con desprecio total a la vida ajena. Y encima osan llamar asesinos a los que se defienden de sus agresiones y a los que defienden a los agredidos. La ley de los hombres no tiene ninguna solución para que los honrados ciudadanos podamos vivir en paz; solo nos colocan en la situación de estar alerta ante la posible agresión de los depredadores que legalmente discurren a nuestro alrededor.

Si no hay pena capital en un estado merced a la indulgencia del poder legislativo, debe haber reparación a los herederos de las víctimas de delitos de sangre, el precio de la sangre derramada; debe estar aparejada la contrición a la reparación... En el resto de delitos sobre los cuales los hombres no aplican el talión, también debe haber una reparación a las víctimas. ¡Cómo hará sino frente al futuro una familia a la que hayan desvalijado la casa entera! Si el estado hubiera indemnizado a las víctimas ya se ocuparía de reclamar su pago aplazado a los culpables con el embargo de propiedades y sueldo.

Si la administración se abroga la potestad del perdón y la indulgencia, también debe asumir las reparaciones de los males causados por aquellos a los que perdona la vida o la integridad física. Ya que si los herederos no ejercen su libre albedrío para decidir pena de muerte o gracia, la legalidad nos coarta nuestra libertad de elección. Siendo buena la justicia y mejor la clemencia, es al heredero al que le corresponde perdonar o pedir la ejecución del asesino impenitente. Si por imperativo legal se perdona la vida al reo, se deben articular las contraprestaciones de reparación del mal causado.

Actúa con clemencia y no con exigencia, sin reprochar el comportamiento irritante ajeno, buscando una actitud resolutiva, que deshinchará el globo de tensión. Tendemos a criticar y no a ayudar y allanar, a conducir a la solución. La firmeza debe ser empleada para señalar la injusticia para defender al débil, para evitar una mala acción con los medios a nuestro alcance... Ante cualquier error o falta hemos de examinar nuestra responsabilidad en el mismo, puesto que nos movemos en el seno del horro albedrío y somos responsables; no hay que autoengañarse echando las culpas a los demás, a las circunstancias o a la sociedad... no se puede escapar de la responsabilidad de nuestras acciones. Aconsejable es pues, crearnos un hábito intencionado y automático de ayuda al próximo, de manera que el tender la mano a los demás sea casi irreflexivo y directo, sin pensarlo. No olvidemos que en la propia estructura del pensamiento humano está la base del error, de ahí la existencia del sofisma y de la argumentación lógicamente impecable pero que conduce a conclusión falsa.

Hemos de estar atentos también a aprender de las lecciones que con su ejemplo nos dan los agnósticos, siguiendo su impronta ínsita, a los creyentes; cuando vemos que personas sin religión definida o manifiestamente ateos, atendiendo a su conciencia, ejecutan en la práctica más actos de solidaridad y ayuda al próximo que la comunidad de creyentes... entonces hemos de recapacitar en qué nos estamos desviando y por qué estamos olvidando nuestro deber hacia los demás. Si pensamos solo en nuestro placer y seguridad y descuidamos el plasmar en obras las buenas intenciones, estamos fallando. A veces el ayudar a los demás requiere de nosotros un movimiento de acción que nos obliga a abandonar nuestra comodidad. Si observamos que entre los voluntarios de la Cruz o Luna Roja que entregan su tiempo, medios y prestación personal a ayudar a necesitados o accidentados, hay un importante contingente de personas sin corpus religioso definido, pero altamente acordes con su conciencia, nos estarán dando una lección y buen ejemplo. En la conciencia, impronta primigenia en el alma, hay una guía para el que no conozca la palabra explícita de Alá. Jehová sabe bien lo que hay en el corazón de los humanos. Por el contrario hay un importante número de educadores ateos que englobando el frente cafre, tienen actitudes neoanticlericales en el seno de las escuelas, de donde saldrán generaciones antirreligiosas beligerantes. De este modo en algunos lugares se prohibe tomar la dirección de Dios precisamente con el argumento de la libertad. Así acusan de proselitistas deshonestas a las mujeres que cubren su cabeza con modestia, cosa aconsejada en todos los biblos sagrados; prohiben entrar en los colegios a religiosas musulmanas, y nos preguntamos si también se prohibe entrar a las monjas religiosas cristianas romanas en los centros docentes.

De este beligerante frente cafre escuchamos sus gritos pidiendo la retirada de los crucifijos de los centros públicos y toda señal religiosa. Hemos de admitir que muchos cristianos romanos se han acostumbrado demasiado a ver diariamente una imagen esculpida del Mesías Jesús, zalameléh, moribundo y torturado, y la rutina provoca el olvido de Dios; así mismo para el resto de creyentes es muy doloroso ver plasmado en imaginería el sufrimiento del santísimo Jesús, zalameléh, siendo una visión nada gratificante. Pero no hay motivo para retirar una cruz que solo represente el madero, siendo así respetuosa para con todas las sensibilidades religiosas, quedando aisladas únicamente las protestas de los cafres que quieren ignorar por fuerza el sentimiento mayoritario de los adanidas en determinado territorio. Más aún, en poblaciones donde hubiera otras vías para acercarse a Dios, islámicas o judaicas, con suficiente representatividad social, también deberían añadir sus signos en los estamentos públicos y privados. Los ciudadanos imponen el silencio a las iglesias, sinagogas y mezquitas a la hora de llamar a los fieles, con el pretexto de respetar su sueño, pero bien que se ocupan sin protestar en muchas horas de la noche y madrugada en otros entretenimientos muy lejos de la oración. Que las aleyas sean alacet y estén presentes en la vida cotidiana del individuo y le haga recordar su dimensión religiosa y tendencia interior a dirigirse hacia Alá.

La cafrería se difunde ampliamente desde los medios de comunicación, donde encontramos a los más virulentos enemigos de los creyentes. No es únicamente que sirvan a la gran obra de estafar las almas, sino que como empresas con beneficios económicos que son, obran en consecuencia vilipendiando los principios religiosos de justicia social. De tal manera que desde todo estamento de poder económico se estará beligerantemente en contra del azaque reglamentado o del diezmo. Si el pago del azaque se extendiera entre los gobiernos adanidas, solo con lo que se recaudaría de las multinacionales, se paliaría el hambre en el mundo, ya que serían cantidades ingentes de dinero y medios los que estarían disponibles para la beneficencia. También de ese modo los bancos que conceden créditos sin intereses, como manda la ley de Jehová, han sido reducidos al mínimo: el Banco Islámico del Desarrollo, Cáritas y otras raras excepciones que sobreviven. De este modo, los que atesoran riqueza ven en la religión una amenaza a sus intereses... ellos deben ser enemigos manifiestos de los religiosos que promueven el azaque, y obrar en consecuencia. Efectivamente satán lo está consiguiendo en su doble vertiente, por un lado, desvía a los creyentes, y por otro confirma a los ateos con la intoxicación informativa. Alejaos de las lecturas extraviantes que turban el ánima, frecuentad las lecturas piadosas edificantes que generarán su efecto psicológico beneficioso.

Navegamos a través del cosmos en la nave tierra en coordinación con el sol y dentro de la galaxia organizados por los principios físicos angelicales hacia un ápex desconocido; sin embargo nuestra existencia parece firme. Alzamos la vista y observamos nubes polarizadas eléctricamente, cargadas de signo positivo por el envés y negativo al contrario, un majestuoso aparato eléctrico, con relámpagos, atravesando el espacio el poder angelical, su energía equilibrando la creación, sosteniendo la mecánica celeste, apareciendo y desapareciendo constantemente billones de partículas y antipartículas fugaces. Y en plenilunio sentados en la playa observando cómo ese cuerpo celeste que navega frente a nosotros atrae la masa acuática de nuestra nave tierra generando la pleamar en conjunción con la masa solar; y todo tiene un motivo, y ya nadie admira los milagros, la costumbre adormece la sensibilidad. La masa acuática descendiendo sin fin por el cauce del río hasta el mar, y por su evaporación ascenso a las nubes y precipitación posterior sobre el nacimiento de los ríos, llevando vida vegetal y animal por doquiera. El complejo equilibrio de la mecánica celeste y su consecuencia en el planeta.

Ondas sonoras llegan a nuestros tímpanos resonando en su frecuencia; estas vibraciones transformadas en señales eléctricas son interpretadas por nuestro cerebro. El cristalino de nuestros ojos es orgánico, crece con nosotros en nuestro desarrollo, y sin embargo es más perfecto y transparente que el vidrio inorgánico tratado o sin tratar. Al abrir los ojos al despertar en la mañana... ¡ya hay que glorificar a Dios!

Los sucesos a nuestro alrededor nos hablan, nos traen mensajes claros del Creador; también lo que nos sucede a nosotros, bueno o malo, nos habla y alecciona. Pero la mayoría no entiende los mensajes claros; parece que desean manifestaciones fantásticas creadas por su imaginación, cuando más maravillosa y milagrosa ya es la adunia. Han dejado de mirar el milagro cotidiano, la materia ondulante de la creación y la palabra del Creador; el orbitar de venus enfrente nuestro así como el del suelo firme que pisamos y la luna.

Si poca parecía la masa del protón, descubrimos que es aún menor la del muón; y si creemos haber comprendido el átomo y sus partículas, descubres que no comprendemos la naturaleza del positrón. Y si vamos analizando más a la esencia, encontramos que estas partículas aún se subdividen en otras más simples, así llegamos al cuark y a la cadena de la unificación. Qué más milagros habituales quieres... pero ni ante tales evidencias pragmáticas el incrédulo creerá. La luz de las estrellas es desviada cuando viaja a través del universo, al estar curvado en una dimensión mayor que no alcanzamos a vislumbrar desde nuestras coordenadas; universo que se expande tras la ruptura del espacio y el tiempo multidimensionales. La constante de Planck nos da la pista de la relación entre espacio-tiempo y energía, de modo que las fuerzas electromagnéticas, gravitatorias y nucleares son manifestaciones de un mismo origen, del Uno Todopoderoso. Otra constante universal es la velocidad de la luz, que siempre es y será la misma independientemente de la ubicación del observador, incluso si el sujeto está en proceso de aceleración, no alcanzará nunca tal velocidad, es mas, seguirá a la misma distancia ya que se ralentizará su tiempo y la luz tendrá la misma velocidad para todos, quietos o en movimiento. Hagas lo que hagas el haz de luz angélica te pasará a la misma velocidad.

Y tu reloj irá a distinta velocidad si te encuentras en la superficie terrestre o en órbita. La aceleración/gravedad hace aumentar la masa de la materia con su propia energía. Efectivamente, las misiones espaciales que orbitan el planeta son sincronizados desde el control de tierra unificando así el horario a usar. Hay en ello elementos para reflexionar a los dotados de entendimiento. Rayos cósmicos de cien millones de electronvoltios cayendo al planeta rompiendo átomos a su paso, son tan comunes como las precipitaciones pluviométricas; billones de neutrinos nos atraviesan diariamente. Y ante tanta maravilla, una mayor aún, las propiedades del agua tan cotidiana para todos, son sorprendentes y transmisoras de vida, con tan solo dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.

La energía ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma. La energía del acto volitivo del Creador se transformó en la materia del cosmos, la cual podemos nuevamente transformar en energía; de una pequeña masa de materia podemos generar una reacción nuclear que la transformará en energía útil para nosotros, siendo la luz la gran cadena de transmisión estable interdimensional en la que actúan los ángeles entre el Demiurgo y los creados.

Lo visible e invisible, los sentimientos no son tangibles ni medibles bajo condiciones de laboratorio, pero todos los adanidas los sentimos como experiencias reales y ciertas. El alma demuestra su existencia y residencia en adunia en sus manifestaciones anímicas. Para comprender el significado de un sentimiento hay que experimentarlo, de modo que si un niño todavía no ha pasado por ciertas experiencias no llegará a comprender racionalmente con explicaciones qué significa tal o cual sentimiento. De la misma manera que una inteligencia artificial no podría sentirlo, tampoco podría llegar eficazmente a tener un pensamiento y lenguaje connotativo y simbólico. Así como el cuerpo físico es el vehículo del alma, éste es el del ego; en nuestro desarrollo y crecimiento cambiamos totalmente de células pero nuestro ego, personalidad, permanece. Y en estado de coma, el alma percibe conscientemente lo que ocurre a su alrededor; sin embargo al recuperarse y funcionar a través del cuerpo y el cerebro, debe aprender todo de nuevo. Al expresarse el alma y su ego a través del cerebro dormido, debe aprender hasta la tabla de multiplicar de nuevo dada la limitación de un cerebro que durmió y olvidó.

Un evo de los últimos días todo lo que vemos en este mundo espacialmente tridimensional desaparecerá, habrá terminado todo y solo quedarán nuestras almas eviternas que llevarán consigo el ego que hayamos alimentado y hecho crecer en nosotros; y de ello obtendremos las consecuencias.

© [madraza Maslama, memorativo prof. Idrís Rubín]