EUROPA MORALMENTE CORRECTA

"De la independencia del Estado y su intolerancia religiosa"

"¿Laicismo tolerante o laicización intolerante?"

La zalama descienda sobre vosotros, la misericordia de Dios y Sus baracas,

Parece que por los extensos territorios de Europa solo se mueven con plena libertad los ateos y agnósticos, pudiendo disfrutar de algunos privilegios solamente la mayoría religiosa presente: protestantes en unas zonas y católicos en otras.

Se han organizado grupos de opinión y presión política cuyo objetivo -dicen- es conseguir una Europa laica; pero hay una gran diferencia entre la lógica independencia del Estado de las instituciones religiosas y el impermeabilizar al Estado de toda influencia religiosa.

Esto último deja a la clase dirigente sin guía ética y moral, mientras al mismo tiempo echan a los guetos a los hombres y mujeres de religión, como indeseables en la vida pública.

Escuchamos: "¡novicias al convento, muslimas a sus casas!"

Estos neoanticlericales antirreligiosos y ultralaicistas beligerantes quieren arrinconar los símbolos religiosos y vestimentas distintivas, sobre todo de mujeres religiosas (muslimas y cristianas) a los conventos, iglesias, mezquitas y zagüías.

Escuchamos: "¡no queremos ni verlas en nuestras calles y menos en nuestros colegios!"

Las religiosas practicantes, observantes, que dan buen ejemplo entre los demás, quedan así relegadas al gueto y la marginación, fuera de la sociedad civil, fuera de las escuelas, en las que se educa en la intolerancia religiosa explícita o implícitamente. Solo se toleran con intolerancia a las no practicantes, el resto al gueto. Hay tolerancia hacia las convicciones salvo que sean religiosas.

Nada de religiosos en la vida cotidiana recordando la moral y la ética a los poderes políticos y económicos, llamando a la paz cuando las guerras resultan más rentables para algunos.

Tampoco se quiere a religiosos practicantes que demanden en sus puestos de trabajo otros 20 minutos de descanso para rezar al mediodía los cristianos y muslimes; menos aún que reivindiquen tener un oratorio multiconfesional para los trabajadores en la empresa. No quieren dar más, ni la patronal ni los responsables de las políticas nacionales.

Mientras, y dado que es demandado un diálogo interreligioso, éste se relega únicamente a los representantes de las diferentes confesiones sin presencia de representantes políticos bajo la excusa del laicismo... no quieren escuchar la voz de su conciencia saliendo del Papa ni de otros religiosos.

El art.º 1 de la Constitución francesa vigente desde 1958 declara que el Estado es laico y que respeta todas las creencias; pero no dice nada contra una ley que discrimine por igual a todas las creencias religiosas: despreciar por igual es el respeto que entiende la laicización.

Cuando una muslima y una agnóstica entren por la puerta de un instituto francés con un fular muy a la moda francesa... y solo sea expulsada la musulmana, quedará bien patente que tras la severa legislación ultralaicista solo se escondía la clara y evidente discriminación religiosa que subyace.

Antiguamente la unión de los estamentos religioso y político provocaba la corrupción de la estructura de los representantes religiosos para ser dócilmente utilizados por los diferentes gobernantes. Actualmente unos gobiernos siguen haciéndolo de manera más sutil y otros prefieren simplemente apartarlos para que no interfieran con su voz moral en sus intereses; de tal manera que parecen seguir el lema de "religión, opio del pueblo" y tratarla como a una adicción más, y no como una convicción más, viviéndose en el seno de Europa tiempos de acoso y represión laicista hacia las minorías religiosas en algunos territorios y en otros simplemente hacer el vacío y callada por respuesta a sus representantes legítimos.

También se llega a escuchar de algunos ignorantes: "¡musulmanes a Arabia, judíos a Israel!" y aunque no se atreven a decir "¡católicos a Roma, evangelistas a Palestina!" queda bien patente la intolerancia religiosa latente en Europa.

Eliminar las expresiones y símbolos religiosos de las escuelas es un riesgo de futura intolerancia religiosa y de nulo valor educativo dentro de las directrices europeas teóricas de interculturalidad e interreligiosidad. La mejor y más educativa opción en los centros públicos de un Estado es mostrar todos los símbolos religiosos presentes en alumnado y profesorado, dando ejemplo práctico de tolerancia y comprensión.

Judíos, cristianos y muslimes hemos recibido la palabra de Dios y debemos tenerla presente en nuestras decisiones y acciones; pero proscribiendo de la vida pública a los comprometidos con su religión, olvidando la clase política y dirigente su formación como creyentes, dedicándose éstos por completo a sus intereses personales, electorales, nacionalistas, hegemónicos, económicos... casándose con el diablo si es necesario...

Quo vadis homine!

y más...

/índex/ Adunia