LA PLURALIDAD RELIGIOSAMENTE CORRECTA

 

En España hemos alcanzado un nivel satisfactorio de pluralidad política, pero hay todavía un largo camino por recorrer para conseguir la pluralidad religiosa en régimen de igualdad.

El nacional-catolicismo ha hecho un profundo trabajo en el tejido social español, desde los libros de lectura en las escuelas para los niños hasta en el monopolio de los términos virtuosos, quedando en la memoria colectiva el rechazo a todo lo judío, islámico o cristiano no católico.

En el fondo, nada ha cambiado, solo cambiaron los métodos, más acordes con los tiempos. Antes la heterodoxa iglesia romana eliminaba a los disidentes con la inquisición o la aniquilación. Ahora es con la difamación o la desinformación sobre los otros cristianos y creyentes en general, y con el uso exclusivista de términos generales como: religión, cristianismo, virtudes...

Efectivamente han conseguido que cuando se habla de religión o la iglesia, significa la católica romana, cuando se habla de cristianismo, quieren decir catolicismo romano, cuando dicen virtudes cristianas, significa que solo se puede tener virtud si se es cristiano católico romano. Ni siquiera era católica Teresa de Calcuta y aún así la monopolizan.

Muchos de los que se autodenominan cristianos (queriendo decir católicos) no han podido tener acceso al conocimiento objetivo del cristianismo, por lo que viven en dilemas teológicos al no estar de acuerdo con las doctrinas romanas. Una gran mayoría de españoles que creen ser católicos no creen en la infalibilidad del pontífice romano y sus concilios; no creen que la opción de prohibir el divorcio por su interpretación de los textos sagrados sea la única correcta.

Un cristiano puede serlo hoy en día con otra iglesia perfectamente reconocida y también con acuerdos con el Estado. Pueden acceder a un divorcio eclesiástico y rehacer su vida con un nuevo matrimonio eclesiástico, al interpretar que aunque no agrade a Dios el divorcio, como excepción a veces debe acometerse como salida.

Una cristiana española puede haberse divorciado y casado de nuevo con un musulmán y permanecer dentro de la iglesia universal en gracia de Dios, sin miedos ni temores de perdición eterna teológicamente infundados.

Llama la atención e indigna a las iglesias ortodoxas el hecho de que los católicos romanos llamen a la unidad, queriendo decir asimilación, puesto que la unidad de otras iglesias ya existe en el Consejo Mundial de las Iglesias.

Pero el gran obstáculo a la unidad de todas las iglesias es que los romanos, en un dogma difícilmente defendible con argumentos teológicos, se creen infalibles y que los demás están en el error.

Sin embargo, mientras no se contravenga la palabra de Dios, las opciones diferentes en aplicarla son válidas y por lo tanto pueden unirse en su diversidad, sea en la Iglesia Evangélica Española o en la Iglesia Española Reformada Episcopal unidas en la Conferencia de Iglesias Europeas y a su vez en el Consejo Mundial de las Iglesias.

Los cristianos desde su iglesia unida pueden ser los mejores aliados y hermanos de los musulmanes.

Es una lástima que la iglesia romana, heterodoxa, sin reflexionar sobre su postura, esté invocando a la asimilación en su jerarquía de todos los creyentes a su dictado, demostradamente falible, llamando a eso unidad.

Ha llegado la hora de la libertad informativa en que los medios de comunicación deben recabar la opinión de la iglesia unida española ante cualquier tema y no solo la de la conferencia episcopal española romana. Ha llegado el momento de reivindicar en las escuelas una educación religiosa imparcial con información veraz y respetuosa para todos los cristianos de las distintas iglesias reconocidas y para todos los creyentes en general.

Deseamos la libertad para nuestros aliados cristianos. 

El nabí Mahoma, zalá de Alá y zalamelé, decretó: "He escrito este edicto bajo la forma de una orden para mi pueblo, y para todos aquellos que están dentro de la cristiandad, en la jarquía y en el garbino, cerca o lejos, jóvenes o viejos, conocidos y desconocidos; quien no respete el edicto y no siga mis órdenes obra contra la voluntad de Dios y merece ser maldito, sea quien sea, sultán o simple musulmán: Cuando un sacerdote o un ermitaño se retira a una montaña o a un algar, o se establece en la llanura, el desierto, la ciudad, la aldea o la iglesia, estoy con él en persona, junto con mi ministerio y mis súbditos, y lo defiendo contra todo enemigo. Me abstendré de hacerle ningún daño. Está prohibido arrojar a un obispo de un obispado, a un sacerdote de su iglesia, a un ermitaño de su ermita. No se ha de quitar ningún objeto de ninguna iglesia para utilizarlo en la construcción de una mezquita o de casas de muslimes. Cuando una cristiana tiene relaciones con un musulmán, este debe tratarla bien y permitirle orar en su iglesia, sin poner obstáculos entre ella y su religión. Si alguien hace lo contrario, será considerado como enemigo de Dios y Su nabí. Los musulmanes deben acatar estas órdenes hasta el fin de los tiempos."

Clip: Def Con Dos, “¿Aló, Alá?”

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